MENÉNDEZ IMPULSA UN PLAN DE AYUDA A COMEDORES
Iniciando una nueva etapa de solidaridad y colaboración, Gustavo Menéndez, Intendente de Merlo, ha convocado a diversas organizaciones sociales, políticas y religiosas para asegurar la distribución de alimentos en comedores e instituciones sociales de todas las localidades del distrito.
La reunión se realizó en el Teatro Municipal «Enrique Santos Discépolo», donde el jefe Comunal se pronunció acerca de la situación económica y política del país. Durante el encuentro, Menéndez aseguró que el gobierno Nacional engañó al electorado argentino que siempre vota en positivo y con esperanza. «La Argentina que pretende crear Milei, es la disolución de todas las instituciones democráticas, así de grave es la situación», aseguró.
Del mismo modo, el Intendente manifestó que «se está llevando adelante un ajuste bestial. Tal vez el mayor ajuste en la historia de nuestro país y no logramos visualizar que el Gobierno Nacional tenga un plan de contingencia para mitigar los efectos canibalescos que está teniendo sobre nuestra población. No hay un plan de contingencia para asistir al daño mayúsculo que está haciendo».
«Milei no es la causa de todos los males de la Argentina, sino que es la consecuencia de las cosas que hicimos mal nosotros, lo que estamos viviendo en la República Argentina es realmente una de las consecuencias del fracaso de la política en los últimos años», confesó y agregó que por todos esos errores, se terminó poniendo al frente del Poder Ejecutivo, un jefe del Estado, que cree con todas sus fuerzas que el problema es el Estado.
Por lo tanto, Menéndez explicó que desde el gobierno Nacional, se está destruyendo el Estado en todos sus niveles desde adentro. «Acá estamos nosotros intentando organizarnos para dar respuestas políticas en un montón de ámbitos, en la urgencia», remarcó.
Sobre el proyecto de Ley «Bases» afirmó que «Hay una guerra santa contra las provincias por una ley ómnibus que fue escrita por los 30 estudios jurídicos que responden a las 30 familias más poderosas de la Argentina, y fracasó porque no hubo interlocutores válidos«. Por esta razón, finalizó: «En el país de la desmesura es una obligación y una responsabilidad nuestra ponerle precisamente mucha cabeza y mucho corazón a lo que hagamos en este tiempo hacia adelante».